Claes Oldenburg y el Pop Art


Claes Oldenburg y el Pop Art



El POP ART es la abreviación para referirnos al popular art, sin embargo debemos de tener en cuenta que la palabra popular se utiliza aquí para referirnos a lo “masificado”, a “producto en serie”.

Esta corriente artística no pretende expresar desdén hacia estos objetos, sino al contrario, su objetivo es otorgarles cierto valor positivo a través de la técnica de extrañamiento (cuya meta es hacer los objetos distintos a su propia naturaleza) confiriéndoles así, una nueva dignidad estética.

En pocas palabras, se podría decir que el POP ART utiliza imágenes conocidas otorgándoles un sentido diferente para lograr una postura estética y/o alcanzar una postura crítica de la sociedad de consumo.

Claes Oldenburg, es conocido sobre todo por sus instalaciones de arte público que representan réplicas a gran escala de objetos cotidianos, esta técnica de extrañamiento es conocida como agigantamiento; sin embargo, no es la única técnica que utiliza.

“The Store” 1961 (La Tienda) es una de sus primeras exhibiciones y consistió en su versión de las tiendas de baratijas y en donde se podía encontrar varios tipos de objetos como: ropa, aparatos eléctricos, comida… Oldenburg lleno el lugar con cien objetos.

Oldenburg se trata de un pintor, escultor, dibujante especializado en arte público con réplicas a gran escala de objetos cotidianos, y esas esculturas blandas que son una de sus señas de identidad y que están en varias ciudades y museos de todo el mundo.

Oldenburg nace en Estocolmo pero llega de niño a Chicago y después se traslada a Nueva York. En ambas ciudades se empieza a notar el hastío por la hegemonía del expresionismo abstracto (recordemos que antes del pop fue el primer movimiento genuinamente estadounidense y por lo tanto las instituciones lo cuidaron con mimo…) y en torno a 1960 empieza a realizar happenings con otros artistas.

En 1961 abre una tienda en Nueva York donde vende réplicas en escayola de alimentos de comida rápida y otros objetos cotidianos, sobre todo de consumo de masas. Es ahí cuando empiezan sus esculturas blandas, que son estos mismos objetos pero a una escala gigantesca, monumental. Además están realizados en vinilo relleno de caucho por lo que rompe una de las premisas de la escultura convencional, que tiende al empleo de materiales duros. Por supuesto, esa es su intención.

Oldenburg convierte cualquier objeto en un símbolo de su época, cargándose sus funciones y significados habituales, y siempre lo hace con sentido del humor. El tamaño, los materiales sencillos y la conversión de la materia (lo blando es duro, lo duro es blando…) son dos características del arte de este escultor que fue más allá de la escultura.

Los espacios cerrados no le interesan y prefiere espacios abiertos como explanadas, parques o jardines, con acceso para todos los públicos, donde su obra es mucho más eficaz. El autor quiere que el espectador toque su obra, por ello también se deben esos colores llamativos. Algunas de sus obras de hecho se deterioran si el espectador no participa de ellas.

En 1977 Oldenburg se casa con la también artista Coosje Van Bruggen. Desde entonces, firman las obras juntos.

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