Richard Serra y La Materia de Tiempo




1. ¿Quién es Richard Serra?

Richard Serra, nace en San Francisco en 1939, de padre español y madre rusa, creció entre los grandes hornos de las fábricas de acero de Pitchburg, en donde empezó a trabajar para conseguir el dinero que le permitiera estudiar Literatura inglesa, y salió conociendo el manejo del acero y la forma de darle vida.

Después de sus estudios de Literatura en la Universidad de California y de Arte en la de Yale, en las que conoció a grandes artistas, viajó a París y a Florencia, donde se vio envuelto en un mundo artístico y cultural que le llevó a cambiar sus inclinaciones artísticas: abandonó la literatura y se entregó a la escultura, con la que ha llegado a ser según muchos expertos el más grande de los escultores vivos.


Serie Prop


Sus primeros trabajos fueron totalmente abstractos, lejos todavía de sus grandes dimensiones posteriores, basados en el movimiento conocido como process art (arte en proceso) donde lo importante era el proceso creativo, no el resultado final. En esta época, el artista se basó en cuatro principios para crear: to hurl, to split, to roll and to heap (arrojar, rajar, rodar y apilar), experimentando además con las propiedades plásticas de materiales como el cuero, el neón o el plomo. Surgen en estos años las series Prop (Apuntalar), con piezas apoyadas unas en otras, una explicación personal de los principios del equilibro  y Belts, cinturones suspendidos de un muro como figuras blandas y retorcidas, ambas expuestas en el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York, en 1976.

Belts (1976)


Su primera exposición individual la había realizado, algunos años antes, en Roma, en la galería La Salita, demostrando su originalidad y su rebeldía ante lo que se consideraba “exposición” ya que recreó el hábitat de varios animales vivos, encerrados en sus jaulas y lo llamó Live Animal Habitat y que, más tarde, prefirió no incluir en su catálogo de creaciones. Quizás por eso, la gran exposición auspiciada años después por el galerista Leo Castelli fue tan diferente. Serra realizó para su galería unas cien esculturas arrojando plomo derretido contra una pared y contra el suelo, para que el metal se estrellara antes de solidificarse y creara así las formas más puras.

Serra no se conformó con una sola faceta del arte, Richard Serra también probó suerte con el cine y realizó el corto La mano cogiendo el plomo, continuando con el mundo del vídeo durante los años setenta. Sin embargo, no podía alejarse de sus esculturas y, tras ser galardonado con el Premio Theodoron en el Guggenheim de Nueva York, protagonizó una exposición individual para el Museo de Arte Pasadera, aunque sus inquietudes se dirigían más a los espacios urbanos. Es el momento en el que el artista se lanza a por la escala monumental. Su objetivo es relacionar al ciudadano con su espacio creando esculturas impactantes por su tamaño y también por su sencillez.


Arco inclinado (1981)


En 1981, en el gran maestro del acero crea obras tales como el Arco inclinado para la Plaza Federal de Nueva York, originando, sin embargo, una gran polémica entre los trabajadores de los edificios colindantes, que se quejaban de no poder atravesar directamente dicha plaza. En 1989 debido a esta oposición se desmontó y trasladó la escultura a un parque público, perdiendo todo su poder y su sentido.

Equal-Parallel-Guernica-Bengasi
Después de esta, vinieron otras grandes obras caracterizadas, sobre todo, por sus formas (grandes rollos en forma de láminas) y por su material (el acero), cuya composición química produce una oxidación que protege la pieza de la corrosión del exterior sin apenas perder sus propiedades. El artista, además, buscaba la manera de unir la obra con su ubicación en lo que se ha llamado land art, que trata de liberar a la escultura de los límites de la talla y el entorno. Surgen así piezas como la serie Snake (Serpiente), creada para el Museo Guggemheim de Bilbao, en su inauguración, o Equal-Parallel-Guernica-Bengasi, para el Reina Sofía de Madrid, con el deseo de que el público que las visitara, las recorriera por entero, las atravesara, las viviera.



Su relación artística con España comenzó en 1982 cuando vino para conocer de cerca la escultura mozárabe. Después, sus obras no han dejado de visitar nuestros museos, algunas para quedarse definitivamente. Este es el caso de la ante mencionada Snake y del conjunto La materia del tiempo, expuesto en 2005 y definitivamente instalado en la Sala Arcelor de este museo bilbaíno. Una experiencia que el artista definió como sobrecogedora y la creación más grande de su carrera. Otros la han definido como una increíble sensación de vértigo y de espacio en movimiento.

Durante todos estos años, Richard Serra fue creando numerosas esculturas repartidas por todo el mundo, Fulcrum (1987) para la boca de metro de Liverpool, en Londres; Charlie Brown, para la nueva central de Gap Inc., en San Francisco (2000), o Tuileries and Obalisque, en París (2008).

También ha trabajado en el mundo del dibujo, en 2006, participó en la Bienal del Whitney Museum de Nueva York, con la obra Stop Bush, un dibujo negro de crayón que representaba a un preso de Abu Graib.

En 2007, protagonizó una de sus mayores exposiciones retrospectivas, la del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), titulada Richard Serra Sculpture: Forty Years, en la que se presentaron muchas de las obras de sus cuarenta años de carrera, desde sus primeros materiales hasta las últimas esculturas.

Actualmente, su obra está presente en la Galería Serra del Boijmans de Bruselas, hasta octubre de 2015, basada en los «secretos» de una de sus obras más conocida, la escultura Arcos crecientes. En el Museo Guggenheim de Bilbao, se presenta durante todo este año La materia del tiempo.




LA MATERIA DEL TIEMPO DE RICHARD SERRA

La materia del tiempo de Richard Serra


Richard Serra es un famoso escultor estadounidense que trabaja el minimalismo, conocido por trabajar con grandes piezas de acero,  es considerado como uno de los mejores escultores vivos, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias.

Uno de sus trabajos más conocidos se encuentra en exposición en el Museo Guggenheim, esta exposición se titula “La Materia del Tiempo”.

La materia del tiempo permite al espectador percibir la evolución de las formas escultóricas del artista, desde la relativa sencillez de una elipse doble hasta la complejidad de una espiral. Las dos últimas piezas de este desarrollo están creadas a partir de secciones de toros y esferas que generan diferentes efectos en el movimiento y la percepción del espectador. Estas se transforman de forma inesperada a medida que el visitante las recorre y las rodea, creando una vertiginosa e inolvidable sensación de espacio en movimiento. La totalidad de la sala es parte del campo escultural: como ocurre en otras de sus esculturas compuestas por muchas piezas, el artista organiza las obras con determinación para mover al espectador a través de ellas y del espacio que las rodea. La distribución de las obras a lo largo de la galería crea pasillos de diferentes proporciones (anchos, estrechos, alargados, comprimidos, altos, bajos) y siempre imprevistos. En la instalación también hay una progresión del tiempo. Por un lado, el tiempo cronológico que se tarda en recorrerla y observarla de inicio a fin; por otro, el tiempo de la experiencia en el que los fragmentos del recuerdo visual y físico permanecen, se combinan y se reexperimentan.

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