La escultura de Joan Miró
Joan Miró
Joan Miró i Ferrà nace en
Barcelona el 20 de abril de 1893 y muere en Palma de Mallorca el 25 de
diciembre de 1983, se trata de un pintor, escultor, grabador y ceramista
español, considerado uno de los máximos
representantes del surrealismo. En sus obras reflejó su interés en el
subconsciente, en lo “infantil” y en la cultura y tradiciones de Cataluña.
El trabajo escultórico de Joan
Miró, especialmente personal y libre, configura un mundo propio, denominado en
ocasiones como “mironiano”, que se inicia de 1912 a 1915, en sus años de
formación.
En 1920 se traslada a París.
Su concepto escultórico en cuanto a formas, volúmenes y utilización de materiales diversos, tiene su raíz en las vanguardias,
especialmente en el dadaísmo, uso de
materiales cotidianos (ready-made) y en el surrealismo, que le induce a
sintetizar las formas a la vez que encuentra su expresión en lo onírico.
En 1928, comienza su primera
etapa escultórica, con obras tridimensionales. Es un momento de inflexión,
búsqueda y ruptura en el que crea obras
con formato pictórico de marco tradicional, trabajando intensamente el collage
para evolucionar hacia formas más sintéticas.
Tras su exilio en París
durante la Segunda Guerra Mundial y, posteriormente, en Normandía, Joan Miró
regresa a España en el año 1942. Son años de aislamiento, soledad y reflexión
por todo lo que ha vivido en los que el artista escribe y sueña con tener un
estudio en el que poder trabajar. En el año 1944 retoma la escultura, dando
comienzo a lo que podemos denominar su segunda etapa. Es el verdadero nacimiento del Miró escultor.
Muchacha evadiéndose (1967) |
El traslado de su residencia
a Mallorca, la construcción del estudio de Josep Lluís Sert y la adquisición
del caserón de Son Boter, que también le sirve de estudio, le permite trabajar
en distintos espacios, alcanzando así su madurez artística y su plena libertad
de expresión en la escultura. Es en esta época cuando comienza a utilizar el bronce, un material tradicional y académico que
se contrapone con el espíritu de su propio trabajo, incansable e innovador,
pero que le posibilita el ensamblaje de objetos encontrados.
Tras un breve periodo de
silencio y reflexión, retoma de nuevo la escultura en 1962, dando lugar a una tercera etapa, la más fecunda y
personal de su producción, que surge del
ensamblaje de materiales y de la transformación de objetos encontrados en la
naturaleza y en la que tiene una gran importancia el empleo de nuevos
materiales que potencian su imaginación, desarrollando nuevas formas
equilibradas y poéticas. Es también un momento en el que se adentra en la
escultura monumental y comienza a crear sus esculturas de bronce en color, que
inició por recomendación de Giacometti.
El
proceso creativo de Joan Miró
Puede parecer que estas
obras están formadas por una conjunción inverosímil de objetos, obtenidos al
azar, pero nada más lejos de la realidad. Miró intuía y buscaba las formas
estableciendo siempre un principio de asociación. El artista despoja a los
objetos de su propia identidad para adoptar una nueva y conformar, con otros
objetos, una figura individual con carácter propio, otorgándole unidad a través
de su visión poética. Se sirve para ello de una imagen fotográfica del
ensamblaje de la pieza, o de bocetos previos.
Personaje (1970) |
Ya en estos años finales de
su producción, cuarta etapa, recibe
encargos de gran relevancia para ubicar esculturas en espacios públicos de
Barcelona, Madrid, Chicago, Milán o París, lo que era muy de su agrado en su
aspiración de que el arte despertara emociones en las personas que lo
contemplaban. Cercano ya a los noventa años, el artista continúa trabajando la
escultura, a la que dota quizás de una potencia hasta ahora desconocida, pero
en la que su intuición y creatividad se hacen más patentes.
En toda su producción
escultórica se enfrenta con la escultura tradicional y busca la interrelación
con el espectador, estableciendo con él un diálogo poético y libre que inunde y
transforme su sentir.
Obras destacadas:
Mujer y pájaro
Mujer y Pájaro, fue la
última obra de grandes proporciones de Joan Miró. La obra fue inaugurada en
1983 sin la presencia de su autor debido a los graves problemas de salud que
padecía, muriendo meses después de la inauguración a la edad de 90 años.
Se encuentra situada en el
parque de Joan Miró de Barcelona, al pie de un gran lago artificial, la
escultura fue realizada en hormigón y tiene 22 metros de altura, representa una
forma femenina con sombrero y sobre éste la imagen de un pájaro. La
representación de la mujer se soluciona con una forma ahuecada cubierta de
cerámica negra que toma la forma de vagina característica del lenguaje
mironiano. Su exterior se encuentra recubierto con cerámica de colores rojos,
amarillos, verdes y azules tratados como trencadís y realizados por el
ceramista Joan Gardy Artigas.
La obra es de tema
figurativo, una primera interpretación del título puede llevarnos a reconocer
una forma femenina con sombrero y un pájaro puesto sobre él. La escultura de
Miró presenta una evidente forma fálica, mientras que la figura femenina,
concretada en una vagina, es expresada por la marcada incisión negra que ocupa
la mayor parte del cuerpo de la obra. En la parte superior hay un cilindro
abierto con forma de luna. Mujer y pájaro evoca un movimiento absolutamente de
reposo representado por su quietud y rigidez. Miró relacionaba el monumento con
la costumbre de la Antigua Roma de grabar un falo en las puertas de entrada de
las ciudades, para desear salud y fuerza a los que llegaban.
La obra sintetiza buena
parte de los temas, preocupaciones e influencias del artista y una de sus
peculiaridades es que actúa como referencia que da carácter al parque en el que
está situada. El lago artificial reproduce, refleja y "mueve" en sus
aguas la obra de Miró, y al mismo tiempo, evita acercarse físicamente a la
obra.
Personaje con paraguas
Otra obra de Miró que
demuestra las características surrealistas es su primera escultura, “Personaje
(con paraguas).” Miró creó esta escultura en 1931 usando las técnicas del
ensamblaje. Con esta técnica, Miró seleccionó unos objetos cotidianos y combinó
los objetos para formar una representación de un personaje. Este manera de
hacer un collage fue popular durante el Surrealismo y el Dadaísmo porque
permitía los artistas para crear representaciones inusuales de las objetos
habituales.
En esta escultura de Miró, podemos ver el personaje. Sin embargo,
la figura no es normal; parece como una figura de la imaginación. Los expertos
del arte surrealista dicen que hay características de la ironía y la
provocación en esta escultura. Estas características eran típicas del
Surrealismo y están relacionados con los temas del subconsciente y lo infantil.
Pájaro lunar
Pájaro lunar es
una escultura abstracta en bronce de Joan Miró . Fue modelado en 1945, ampliado
en 1966 y lanzado en 1967.
Pájaro lunar es una de las
primeras esculturas monumentales que hizo Joan Miró. Concluida en 1966, es la
versión de gran tamaño de una pequeña pieza homónima, realizada en los años
cuarenta del siglo XX, que el autor concibió junto con otra, llamada Pájaro
solar, que le daba la réplica.
Las dualidades de la luna y
el sol, de lo femenino y de lo masculino, de la noche y el día son referencias
constantes en la obra mironiana.
Pájaro lunar, en concreto,
parece aludir a lo arcaico, a lo terrestre, a las raíces, etc. Es una figura
vertical, apegada al suelo y, al mismo tiempo, dinámica, que contrasta con la
horizontalidad e inmovilidad de su pareja, la gran ausente del jardín del museo.
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