El surrealismo


EL SURREALISMO



Relojes de Salvador Dalí


El Surrealismo es un movimiento de vanguardia artística creado en 1924 tras el Manifiesto Surrealista de André Breton, conductor del mismo. Aunque empezó siendo un movimiento literario, afectó a todas las artes y terminó siendo una actitud vital y un intento de transformar la sociedad burguesa.

Bola suspendida (1930-1931),
de Alberto Giacometti
El Surrealismo despojó a la pintura de su largo sometimiento a la imagen realista y del concepto de espacio heredado del Renacimiento, dando rienda suelta al artista para expresar sus sentimientos e impulsos más íntimos. Estuvo influido por el psicoanálisis de Freud y las doctrinas revolucionarias de la época, el Surrealismo supo dar cauce a vagos impulsos renovadores latentes en la intelectualidad surgida de la primera postguerra. Es heredero del movimiento Dadaísta.

Este movimiento se extiende desde 1924 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, siendo su período más floreciente el de 1924 a 1928.

Realmente el surrealismo tiene su origen en  “La interpretación de los sueños” de Freud en 1901. Aunque, en un principio, la obra no tuvo repercusión alguna, las ideas plasmadas fueron calando en el imaginario filosófico y artístico del momento. Según Freud, padre del psicoanálisis, el espíritu humano de ser una mole inmutable, pasaba a estar conformado por espacios de sombras desconocidas.

Todo esto fue calando en los artistas del momento que, una vez impregnados de la teoría, se apresuraron a describir, a dibujar, a pintar o a moldear ese mundo fuera del ámbito de la conciencia.



Las características más destacables de este movimiento son:

  • Se admite todo lo que rebasa la lógica y el inconsciente. Se considera que la verdad está detrás del mundo real.

  • Los sueños (y su interpretación), los mitos, las visiones, lo maravilloso son admitidos. Por tanto, a través del onirismo y de la fantasía se podía acceder a aquello que permanecía oculto.

  • El automatismo, el psicoanálisis y la brujería adquieren un papel dominante.

  • Se reniega de la moral, de las convecciones y de los protocolos sociales imperantes por considerar que restringían la libertad que lleva a esa verdad oculta.

  • La obra de arte se convierte en el medio para que afloren todo ese conocimiento desconocido y amordazado por las costumbres burguesas.

  • El surrealismo se presenta como revolucionario, como una estética que, al poner de manifiesto lo desconocido, pretende hacer saltar por los aires los cimientos establecidos de la sociedad.

  • Propugna, por tanto, el cambio radical. Por eso, varios de sus autores se declararon abiertamente marxistas, izquierdistas o anarquistas.

Newton Surrealista (1977), de Salvador Dalí

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