La escultura de Salvador Dalí
La
escultura de Salvador Dalí
Trajano a caballo (1974) |
Esta faceta artística de
Dalí ha quedado oculta durante muchos años por la sombra de su actividad
pictórica.
Su casa de Portlligat fue,
una vez más, el escenario donde Dalí dio rienda suelta a su creatividad. Allí
modeló en los años sesenta y setenta unas esculturas para el coleccionista y
galerista Isidro Clot, siguiendo
siempre el mismo ritual: trabajaba fuera del taller, preferiblemente en verano
y con sol y a una hora precisa. El borde de su piscina, donde modelaba hasta la
hora de comer, vio nacer muchas de sus esculturas.
Todas ellas fueron modeladas
directamente en cera y fundidas, a
continuación, mediante el procedimiento llamado “a la cera perdida” obteniendo
así un molde original fiel a la obra creada. El artista quiso que sus
esculturas se fundieran siempre de esa forma y que luego fueran cinceladas y
bruñidas en las mejores fundiciones de arte de Italia, Francia y España con las
que trabajaba habitualmente. Los materiales que empleó fueron la cera, el yeso
y la arcilla.
La escultura de Dalí
procede, en gran parte, de su arquitectura.
Cualesquiera que sean los temas o medios para realizarla, el artista intenta
siempre organizar un conjunto
“morfológico” e instalarlo en el espacio, además de demostrar una voluntad
por crear obras de grandes dimensiones. Y es que Dalí considera que “la exageración es lo único de lo que el
mundo nunca tendrá bastante”. Desde sus años parisinos, allá por los años
treinta, Dalí ha reflejado en muchas de sus obras la voluntad de escapar a la
medida humana.
Uno de los ejemplos más
significativos es la silueta minúscula de dos personajes cogidos de la mano, el
pequeño Dalí y su padre, frente a gigantescos monumentos óseos.
Durante la primera mitad de
los años treinta, y dentro de la investigación de su método paranoico-crítico, Dalí realizó una
serie de objetos surrealistas
catalogados en seis categorías: objetos de funcionamiento simbólico, de origen
automático (sin intervención del intelecto ni de los sentimientos, puro
instinto), como Zapato y vaso de leche de 1932; objetos transustanciados, de
origen afectivo, como Reloj blanco; objetos para ser proyectados, de origen
onírico; objetos envueltos; objetos máquinas, como Mecedora para pensar, y,
finalmente, objetos moldeados, de origen hipnagógico, como Automóvil-mesa-silla-pantalla.
Todos estos objetos aparecen representados en su obra, pero algunos de ellos,
principalmente los de funcionamiento simbólico, fueron desarrollados para
adquirir precisamente su plena tridimensionalidad.
Tras la Segunda Guerra
Mundial la escultura de Dalí tomó un camino menos automático para potenciar su
aspecto lúdico y práctico. El automatismo surrealista fue sustituido por la poesía visual en su sentido más amplio.
Los productos comerciales como frascos de perfume con forma de labios o
botellas de brandy semifálicas deben ser considerados, si no dentro de la
categoría de estatuas, por lo menos como paradigmas del diseño industrial.
Cronología
de obras:
Las primeras obras
escultóricas dalinianas datan de finales de la década de 1920,
momento en que Dalí realiza algunos objetos y cerámicas. Pero no será hasta los
años treinta, con el establecimiento del artista en París, cuando se inaugura
una primera y auténtica etapa de producción escultórica. Durante todos estos
años y hasta 1939, Dalí se concentra en la realización de numerosos
objetos surrealistas y otras esculturas. Son, generalmente, obras únicas y,
algunas de ellas, además, efímeras, por lo que en determinados casos solo hemos
llegado a conocerlas a través de fotografías o de descripciones.
A partir de la década de
1940 y
hasta aproximadamente finales de los años sesenta, Dalí realiza esculturas y
objetos para algunos proyectos determinados. También en este período, entre
1941 y 1958, encontramos la producción de joyas y obras de orfebrería más
importantes. Al mismo tiempo, cabe señalar también un cierto número de
esculturas, objetos e instalaciones que crea para la casa de Portlligat,
especialmente desde su regreso de Estados Unidos, en 1948.
Durante las décadas de 1960
y,
especialmente, de 1970, Dalí lleva a cabo numerosas ediciones de
obra escultórica. Por un lado, autoriza ediciones originales en bronce de
esculturas y objetos surrealistas de la década de 1930. Muy probablemente, uno
de los motivos de estas ediciones es garantizar las obras que debe presentar a
las numerosas exposiciones retrospectivas que se celebran durante estos años.
Por otra parte, en esta misma época Dalí firma diversos contratos para la
producción de nuevas esculturas, en la mayoría de las ocasiones en forma de
ediciones múltiples. En estos casos, Dalí crea el modelo original -en material
maleable, normalmente en cera- que habrá de servir para poder proceder a la
edición y se implica personalmente en la supervisión del proceso de producción.
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