La escultura de Antonio López

Antonio y Mari (1967-1968)


Antonio López


Antonio López García es un pintor y escultor español nacido en 1936 en Tomelloso, Ciudad Real. Sus padres eran labradores acomodados y era el mayor de cuatro hermanos. Desde joven demostró un gran talento con el dibujo, por lo que su tío, un pintor local de paisajes, le animó a dedicarse a la pintura.

Su primera formación la recibió de su tío y en 1949 se instala en Madrid para preparar el ingreso en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Allí estudia pintura entre 1950 y 1955, coincidiendo con diversos artistas con quienes conformó un grupo realista.
Al acabar sus estudios viaja a Italia becado por el Ministerio de Educación.

Su actividad transcurre entre Tomelloso y Madrid hasta el año 1960. En 1961 se casa con María Moreno, también pintora. Entre 1964 y 1969 imparte sus enseñanzas como profesor encargado de la Cátedra de Preparatorio de Colorido en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.

Su interés por la solidez plástica y por las composiciones precisas hace que se sienta atraído por Cézanne y por el cubismo en temas relacionados con su entorno familiar en Tomelloso.

La obra de Salvador Dalí ejerció en él una destacada influencia, tomando el gusto acusado por la realidad y el predominio del dibujo sobre la pintura. A partir de 1957, su obra presentará cierto aire surrealista. Las figuras y objetos que aparecen en sus cuadros flotan en el espacio, son imágenes sacadas de contexto que se relacionan de forma conflictiva.

Desde 1960, cada vez son menos los cuadros en los que se recurre a esos mecanismos, mostrando mayor interés por la fidelidad en la representación. Siente predilección por los temas cercanos, las escenas caseras, las imágenes de su familia, de su mujer y sus dos hijas. Los objetos y los acontecimientos de la vida cotidiana serán los protagonistas de sus cuadros y los tratará con un gran detallismo.

Pinta con gran lentitud, de forma meditada, buscando la esencia del objeto representado. Sus cuadros se desarrollan a lo largo varios años, retocándolos en infinidad de ocasiones hasta que los considera definitivamente acabados.

Su creación abarca desde lo pictórico hasta lo escultórico. Sus esculturas son de gran realismo, como Hombre y mujer.

Hombre tumbado (2011)


Antonio López es uno de los representantes del realismo contemporáneo español. Su obra se caracteriza por un sentido investigador de la realidad y está considerado como el padre de la escuela hiperrealista madrileña. Su estilo ha influido en numerosos artistas como Toral o Villaseñor.


En el año 1985 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias y en enero de 1993 es nombrado miembro de la Real Academia de San Fernando.


Obras destacadas:

Hombre y mujer

Hombre y mujer


En 1973 el autor dio por terminada a la Mujer, año en que las esculturas fueron adquiridas por una coleccionista americana. Pero, con permiso de la dueña, que nunca llegó a tenerlas físicamente, Antonio López continuó trabajando en la figura del Hombre durante muchos años en su taller.

Están realizadas en madera de abedul, constan de muchas piezas pequeñas talladas y ensambladas entre sí, mediante tornillos o pequeños trozos de la misma madera, encoladas, y policromadas al óleo y mediante pigmentos. Los ojos son de cristal, como los que utilizan las personas tuertas, por lo que las figuras se convierten en algo inquietante, parecen vivas, especialmente el Hombre, cuyo rostro tiene tanta expresividad que da la impresión de que te devuelve la mirada.

Adquiridas por la empresa Repsol, pasaron a ser propiedad del Estado como pago de impuestos por parte de esta Compañía. Se dio la curiosa circunstancia de que la primera propietaria estuvo presente el día de la inauguración en el Museo Reina Sofía.


En la misma sala, detrás de las esculturas, actualmente se exponen los primeros dibujos efectuados por el artista en 1961 con carboncillo y lápiz conté.


La mujer de Coslada


La mujer de Coslada 


El artista hiperrealista español Antonio López presenta “La Mujer de Coslada”, su escultura más alta hasta la fecha, unos 5 metros y medio.


“La Mujer de Coslada”, que representa el torso de una joven desnuda que mira al cielo. Está realizada en bronce, y a diferencia del resto de trabajos de este artista fue realizada en un año, muy poco tiempo para alguien que trabaja ajeno al discurrir del reloj.

En la carrera del artista, “La Mujer de Coslada” tiene un significado distinto e incluso es un leve punto de inflexión en su carrera por varias cuestiones: la modelo es ajena a su entorno personal y el tema no pertenece a su cotidianidad.


Día y noche

Noche
Día

Son obras encargadas por el Ministerio de Fomento en 2002, fueron colocadas en el vestíbulo de las Llegadas en la estación de Puerta de Atocha. Las pueden contemplar los viajeros que llegan, llegamos, en el AVE a Madrid, o los que esperan, esperamos, a esos viajeros en el gran vestíbulo, escenario perfecto para esas esculturas gigantes. Estos bustos de bronce de tres metros de alto por tres de ancho necesitaban espacio para poder trasmitir la ternura que encierran, y aquí lo han encontrado.

Es un bebé, su nieta, se llama Carmen, que entonces contaba solo seis meses de edad y aún ignoraba que su rostro iba a quedar inmortalizado de esta forma y quién es su abuelo. La niña despierta y la niña dormida representan para el autor el Día y la Noche, el paso del tiempo acompañado por el paso de los trenes.

Las cabezas fueron fundidas en bronce a partir de moldes de escayola, e instaladas sobre sendas peanas, cada escultura pesa más de dos mil kilos.









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